AMBRA...

Esta es Ambra, nuestra gata, reina y señora de la casa. La recogimos en la protectora con apenas dos meses de vida, era una bola temblorosa, pequeñita, pequeñita... Su madre la había abandonado, y la primera noche fue inolvidable. Un maudillito, apenas audible, pero constante, se sentía sola, y mi hija la metió en su cama, se acurrucó ... y ya no la abandonó. Ahora ya es grande, y duerme a nuestros pies, pero literal, usa nuestros pies de almohada.

Recién llegada era tan pequeña que no podía entrar en el cajón de tierra para hacer sus necesidades, asi que tuvimos que poner periodicos y tierra en el suelo hasta que creció. Es muy limpia, muy mimosa, ha aprendido que sonidos significan comida: una lata al abrirse, el pienso al mover la bolsa, el ruido del paquete de jamón dulce cuando lo abrimos... Es una gata paracaidista, hemos tenido que tapar el balcón y algunas ventanas con tela de malla, pues le encanta pasearse por las cuerdas de tender la ropa y por la barandilla del balcón en busca del sofá del vecino... Cuando estuve de obras en mi casa, sintió su territorio invadido y sacó su lado más salvaje !pobre albañiles! Cuando llegaban me preguntaban si había encerrado a la leona, por ejemplo, aprendió que iban a la pila a buscar azulejos, y se colocaba encima a esperarles y bufarles, con toda la cola erizada... fue una temporada complicada, pero normalmente es muy tranquila y pacífica. O cuando estoy con el ordenador (soy zurda, entonces tengo el ordenador a mi izquierda en una mesita baja y yo en un sillón, uso el brazo del sillón de alfombrilla y el teclado inalámbricos en mis piernas), empieza a dar golpecitos con su pata en mi mano para que le haga caso y si no lo hago, intenta meter la cabeza debajo del teclado, hasta que consigue moverlo e instalarse panza arriba para que se la rasque... así, una tras otra. La adoramos, es cariñosa, nos hace compañía, nos hace reír con sus tonterías, es jugetona (aunque ya tiene 5 años) !solo le falta hablar!