DIAS DE CAMBIOS....

En un minuto la vida da un vuelco, te cambia, todo se pone patas arriba... El jueves entra mi hija por la puerta y me dice: Me han despedido. Sin más. Reajuste de personal. Finiquito en mano, y a la calle. Y no solo eso. Que ya ha hablado con amigos y ha decidido irse a vivir a Madrid. 

Se que quizá sea bueno para ella, pero se también la historia que hay entre nosotras, de encuentros y desencuentros, que hay muchas formas de decir las cosas, que no se puede ir siempre a la yugular, que me quedo en una situación crítica... y estoy cansada, de luchar, de sobrevivir, de llorar, de pelear, de sentirme una mierda, un cero a la izquierda, el último mono, y me encuentro otra vez ante un futuro incierto, sin salidas, agotada, triste, agobiada, y sin derecho a expresarlo ni a demostrarlo. Estoy cansada, demasiado cansada...