!ME HAN ROBADO!, CERILLAS GIGANTES, SOL Y GATA MIMOSA

Ayer, aprovechando que después de montones de días de lluvia, de cielo gris, de días tristísimos, lucía un sol maravilloso y un calorcito estupendo, salimos con mi madre a por las primeras compras navideñas. Fue una mañana divertida, lo encontramos todo, pero el disgusto me lo llevé al llegar a casa y encontrarme el bolso abierto y ver que mi móvil había desaparecido. Es un disgusto "al cubo", por la pérdida del móvil y que alguien haya hurgado en tus cosas. Inmediatamente, llamar para que lo bloqueen, cambiar las contraseñas de gmail, facebook por seguridad, y por la tarde bajar a Yoigo a or un móvil nuevo. Y quiero dar las gracias, porque en estos tiempos de prisas, de cierta inhumanidad,  quiero agradecer el amable trato que he recibido por parte de la chica que lleva la tienda, desde el primer día que entre a informarme hasta ayer, que entré nerviosa y disgustada. Gracias, muchas gracias, por escucharme, ayudarme y facilitarme tantísimo las cosas y ayudarme a pasar el mal trago.

Y luego a comisaría a presentar la denuncia. Más de dos horas... Llegué a mi casa cansada, hambrienta, con frío... Pero ya está. Tengo otro móvil, igual al de antes, vuelta a configurarlo todo, y el siguiente paso, un bolso con una gran asa para llevarlo cruzado y no perderlo jamás de vista, siempre el bolso pegado a mí. 

Y esta mañana he salido a pasear, porque seguimos con buen tiempo, un precioso sol, y he ido cerca de mi casa, que hay estas esculturas. 

El artista sueco Claes Oldenburg decidió convertir en una gigantesca escultura un elemento tan cotidiano como una caja de cerillas. Fue un encargo para los Juegos Olímpicos de Barcelona, y desde el año 1992 unas cuantas cerillas de colores, situadas en la zona olímpica de Vall d’Hebrón, son una de las imágenes más populares de Barcelona. Con sus 22 metros de altura, estas esculturas son una de las muestras de arte vinculado a la estética pop de la ciudad.  


 





Y así me veía yo esta mañana mientras hacía un pequeño trabajo. Mi teclado es inalámbrico, y lo tengo sobre mis piernas. Pues mi gata estaba loca por recibir mimos, y venga a darle golpes al teclado para ponerse encima de mis piernas. Lo he levantado un poco, se ha colado debajo, y así ha estado la hora y pico que he estado trabajando, tan feliz y contenta, yo tecleando y ella ronroneando, jajajajajajjajaja