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, mis tristezas y alegrías, mis pequeñas y grandes cosas del día a día, mi pequeño mundo. Marta
Y hoy 7 de enero, se acaban las fiestas....y yo no digo por fin, ni ya tenía ganas, ni nada de eso... Se me han hecho cortas, ha habido momentos buenos, menos buenos, pero han sido cálidas, familiares, de muchas risas, algunos momentos malos, pero en general, me lo he pasado muy muy bien, mucha música, muchas salidas, hemos comido lo justo, gastado lo justo, y hemos disfrutado de la mutua compañía, que de eso se trata. Y he debido ser muy buena porque tanto el 25 como el 6 he recibido muchos regalos!!! Ahora a guardar algunos de estos momentos navideños entre mis tesoros y hasta el año que viene... Y si, me ha mandado a hacer gárgaras mi médico, pues mi resfriado no ha mejorado, tengo la boca fatal, y al final a hacer gárbaras con hierbajos puaj puaj puaj.... Pero mala hierba... y aquí estoy, resistiendo, faltaría más.
Estas fechas también he podido disfrutar de espectáculos que me han encantado, desde el Cascanueces, pasando por el concierto de fin de año, o la noche de Reyes un espectacular concierto de gospel a cargo del Alabama Gospel Choir en el Palau de la Música de Barcelona. Os dejo un vídeo que refleja un poquito lo que fue el espectacular concierto. Este hombre en directo, y mezclándose con el público... me faltan palabras... oírle cantar ahí, a tu lado, es impresionante... Y como él, todos los componentes. El Palau estuvo todo el concierto entregado, en pie, intentado seguir el endiablado ritmo que nos impusieron desde el principio. No me extraña que hayan prorrogado... !Bárbaro!
Y anoche nos fuimos toda la tropa a ver la Caja Mágica, impresionante espectáculo de acrobacias y malabares Compañía Acrobática de Beijing, le Cirque du Ciel.
Hoy mi hija vuelve a Madrid, pero en mi congelador queda un impresionante surtido de croquetas, caldos de ave y pescado, y montones de comida. Ayer la comida de Reyes, espectacular. La pularda la hizo envuelta en sal, pero quedo una costra tan dura, que no había nadie que pudiera romperla. Que risas todos en la cocina, martillo en mano, muertos de hambre, dispuestos a todo para sacar a la pularda de ahí dentro. Y a fe mia que lo conseguimos jajajajajaja
Hoy me regalo uno de esos días de ver la hierba crecer.... de relajarme, de tranquilidad. Mañana, mañana ya será otro día ;-D
