Y pasaron Nochebuena y Navidad, y han sido una noche y un día... si, la palabra sería "cálidos", comida la justa sin llegar a empacharnos, conversaciones largas, pausadas, salpicadas de risas, de recuerdos...

Anoche mi hija y yo nos regalamos una buena cena de Nochebuena, así estaba nuestra mesa. Nos lo pasamos muy bien las dos, con una vieja peli en el dvd a la que no hacíamos ni caso, hablando y hablando, peleándonos con la gata porque andaba enloquecida con el olor de las gambas...



Por supuesto Ambra en una noche así consigue su propósito, en el menú contamos con dos o tres gambas más de la cuenta para ella. Se pegó el gran atracón y acabó la cena tal que así....



Bien espanzurrada ante la estufa, y no ha amanecido hasta esta mañana.

Después de cenar, nos hicimos nuestros cafes, quitamos la peli y justo sale Rosa cantando en Telecinco. Entre una cosa y la otra nos acostamos a las tres de la mañana...

Esta mañana me he levantado a las once y media... hacía siglos que no dormía tantísimo. Llamadas de mi madre, de mi hermana, !Feliz Navidad!, y ya nos arreglamos y nos bajamos a casa de mi madre. Da paz ver que año tras año, todo se mantiene, los regalos en el salón, cada uno tiene su espacio, mi hermana y marido en el sillón, yo en el lado derecho del sofa, mi hija en el izquierdo, mi madre en una mesa pequeña al lado del pesebre, mi sobrina al lado de la tele... Y los vamos abriendo por edad, del más joven al más anciano, un paquete cada uno. Nos podemos tirar no se cuanto rato, pero nos divertimos un montón, y los gritos, noooooooooooooo, ese paquete el último, ese el primero... Este año han sido espectacularmente generosos, una maravilosa televisión y un dvd grabador, y mis amigas dos bufandas, una cada una, totalmente distintas y las dos maravillosas, y mi amiga Loles un jersey y unos zapatos, y mi Tata un muñequito con la cara de porcelana, y sus fotos y sus dvd, pero sobre todo, mucho mucho cariño. Soy muy afortunada. Y luego ya nos vamos al comedor, esa ensalada rusa de mi madre que no tiene rival, esos langostinos y sobre todo, lo que no puede faltar nunca, ese redondo de ternera, ooooooooooooooooooooooooh, que maravilla! Y ya con la tripa llena, las caras rojas de las risas, del calor de la casa, llamamos a la familia en el extranjero, a mis tíos, mis primos...
Luego nos metemos a fregar los platos, ayudamos a mi madre a recoger, besos, abrazos.... Feliz Navidad, cargando con los paquetes a casa...

Esta noche me siento feliz, no podía salir mejor.....