COCINA NON STOP, EL PRIMER GRAN RESFRIADO, ENCHUFE EN LLAMAS, LICEO...

Aquí estoy, rodeada de efferalgan, bronquidiazina, pañuelos de papel y maldiciendo mi suerte... resfriado es poco, un colapso total. Hoy para hacer la prueba mientras mi hija cortaba y picaba montones de cebolla he acercado mi nariz y es tal el taponamiento que ni una lágrima, nada, ni enterarme... No noto el sabor de la comida, snif... espero haber mejorado algo para la cena de Nochevieja de mañana, que hay muchas cosas deliciosas....

Pero empecemos por el principio.... 

Mi hija llegó el viernes 23 a mediodía, y fue  soltar la maleta, y a las doce y media salíamos a comprar,  pues este año el regalo de Navidad que nos hacía eran cajas llenas de deliciosos dulces.Pparamos a comer en un sitio que conocemos a las tres, media horita, llegamos a casa a las cinco, a las cinco y media estábamos cocinando, paramos a las diez para cenar. Ella recogió algo de la cocina, pero estaba muy cansada y se acostó a medianoche
Yo a las dos. El sábado a las nueve en pie porque mi cocina seguía patas arriba, lavadoras por poner, y tenía que hacer mis turrones y bombones. A las once se levanta ella y zafarrancho de combate, lo que el día anterior amasamos y dejamos reposando, había que hornear, y preparar nuevas masas, así que sin parar hasta las dos para comer. A estas alturas mi espalda, como la forzaba para liberar a las rodillas, me dolía hasta las lágrimas , ya no sabía en que postura ponerme así que decidimos hacer un poco de siesta. A las tres y media estábamos durmiendo y oigo a mi hija gritar MAMAAAAAAAAAAAAAAA, MAMAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA, MAMAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA INCENDIOOOOOOOOOOOOOOOOO  pego un bote de narices, entro en su habitación y un enchufe en llamas. Cojo la manta de la gata y lo tiro contra el enchufe. Se ha quedado sin manta, ya le compraré una . Claro, mi hija asustada, ya no quiere dormir en esa habitación, así que mientras ella sigue en la cocina abrimos todo para ventilar y procedo al traslado de habitación de la grande a la pequeña. Son las cuatro y pico cuando acabo, eslomadita y vuelta a la cocina a seguir con los dulces. Acabamos a las nueve y media, Gemma se va a duchar, yo me pongo con la cena de nochebuena. Cenamos a las once menos cuarto. A las doce mi hija cae muerta derrotada en la cama, yo me pongo a recoger hasta las dos, porque no voy a dejar todo aquello como estaba de freír gambas. A las dos me estoy duchando con agua hirviendo a ver si descolapso mi espalda, mis rodillas... A las dos y media creo que me tumbe en la cama, porque ni recuerdo haber entrado. El día de Navidad a las nueve en pie, a preparar pan para mi madre, poner lavadoras, acabar de recoger la cocina. Me he tomado dos ibuprofenos de una tacada. A las doce despierto a mi hija, y a la una y media ya estábamos en casa de mi madre. 

Y he debido ser buena, muy buena, porque Papa Noel se ha portado estupendamente conmigo: ropa, botas, móvil, bolso y mi hijo una bonita funda para el móvil y pequeños detalles. Estoy feliz feliz feliz!!!!!

Y estos son los dulces que nos hizo mi hija

Y el 26 de diciembre que aquí se celebra incluso más que Navidad, mi hija preparó canelones de atún y coulant de Jijona. Que delicioso todo. Y por la noche nos fuimos al Liceu a disfrutar del Concierto de Fin de Año con la Strauss Orchestra. Que bien nos lo pasamos. 

El 27 ya empecé a encontrarme francamente mal, pero había que reponer la nevera, y mi hija y el 28 de compras con mi hijo, y ya preparando la cena para mañana y mi hija nos va a hacer una comida especial para Reyes y había que buscar especies exóticas, así que hoy peregrinación por supermercados asiáticos toda la mañana. Se están pasando las fiestas que ni las veo, pero tengo un montón de fotos y de recetas por poner..... cuando tengo un poquitito de tranquilidad, que no se cuando será!!!!