DESPEDIDAS, CONSULADO, IKEA, MONTJUIC DE NOCHE....


El viernes, nueva salida con Maite de Materia Bcn. Esta vez visitamos Montjuic. Quedamos a las siete de la tarde, un grupo muy numeroso, más de 30 personas. Empezamos la visita en el Museo Nacional de Arte de Catalunya, casi muero subiendo todas esas escaleras, pero valió muchísimo la pena. Y ya cuando empezaba a anocher, empezamos con las fotos. Yo, sin trípode y a pulso. No son obras de arte, pero yo me siento muy orgullosa de mis primeras fotos nocturnas, mi esfuerzo me costaron. Llegué a mi casa a las once y media de la noche, feliz feliz feliz. Me sentí un poco perdida a la hora de hacer fotos, porque practicamente todos los del grupo eran gente que sabía mucho de fotos y con unas cámaras impresionantes, pero yo intenté defenderme con mis escasos conocimientos. Eché en falta un poquito más de ayuda, explicaciones menos técnicas.

El domingo ha sido de maletas, hoy ya se ha ido mi hija, la hemos dejado en el metro, no nos ha dejado ir más allá, y luego mi hermana y yo al Consulado Italiano. Nos queda esto y nada para obtener el pasaporte. Unos últimos trámites para que nuestros papeles viajen a Roma. Paciencia, todo llegará.

Y luego nos hemos ido al Ikea. Toda una heroicidad y un acto de resistencia atravesarlo de punta a punta y comprar solo las tres cosas que necesitábamos. Momento pánico al salir. ¿DÓNDE ESTÁ EL COCHE? jajajajaja, paseíto por los parkings, pero lo hemos localizado.

Y luego ya para mi casa, donde le he preparado la comida a mi hermana que se tenía que ir corriendo a trabajar. Y le he preparado este pan frito, rápido de hacer y sale buenísimo. Si, os subiré receta!!!

Y empieza una nueva etapa de mi vida, un nuevo libro en blanco. No lo negaré. Estoy un poco asustada, me han empujado al vacío, sin red, sin previo aviso, y noto mis alas frágiles, pero no estoy sola, tengo buenos amigos y mi familia, y saldrá adelante, pero ahora todavía estoy ofuscada, todo es muy reciente, ha sido un verano complicado, de caricias y bofetadas... pero adelante, no más lágrimas...