SIN PALABRAS

Ante demostraciones de fuerza como las que la Naturaleza hace de su fuerza como el terremoto y el tsunami de Japón, y sus catastróficas consecuencias, aún incalculables, yo me quedo sin palabras. Que enlace poner, que fotos, que noticia. Es saturación, es desbordamiento... Nos creemos fuertes, poderosos, casi inmunes, y la naturaleza nos pone en nuestro sitio. Somos nada ante su fuerza, su furia desatada, barquitos de papel, casas de muñecas, un nada....

Y eso que ha sucedido en un país digamos que de alguna manera está preparado para los terremotos, porque del todo nunca se está para algo de tamaña magnitud, un seismo de fuerza 8.9 es devastador, porque no quiero ni pensar lo que habría significado en cualquier otro lugar. Pero ante un tsunami nadie puede hacer nada. Y ahora viene el terrible recuento de muertos y desaparecidos, los tsunamis afectando a las costas del Pacífico, los volcanes entrando en erupción, las alertas por las fugas de las centrales nucleares japonesas, las infinitas réplicas del terremoto, el dolor de todo un pueblo, y justo un 11 de marzo, coincidiendo con el aniversario del terrible atentando en España. Día aciago...

Llevo unos días agridulces, de montaña rusa, de malas noticias, de esas que te hunden, y al día siguiente buenas noticias, y al siguiente malas noticias, lo que te mantiene en una noria emocional, en una confusión que hace que lo único que me apetezca es encerrarme y dejar que todo se calme un poquito, porque no sabes si reír o llorar, que confusión....

Hoy tengo una de esas noches difíciles, de insomnio, en que mi cuerpo pide descanso, pero mi mente está hiperactiva, en que soy capaz de ponerme a amasar pan, o probar un programa nuevo en el ordenador, o las dos cosas a la vez, o vete a saber que hasta las tantas de la mañana en que por fin mi mente caiga rendida, para a las ocho de la mañana estar despierta otra vez. Odio estas noches así, no me gustan nada, pero es el precio que pago por los largos años de noches de guardia, sin dormir más de dos horas seguidas. He conseguido recuperar una normalidad bastante aceptable en mis ritmos de sueño, pero de vez en cuando, alguna noche, sigue costándome. Así que he aprendido a tomármelo con tranquilidad y esperar a que llegue el sueño.
Este fin de semana anuncian lluvias, así que mañana salvo que caiga el diluvio universal saldré con mi hija a dar una vuelta. Quiero probar a hacer alguna foto bajo la lluvia, a ver que sale, y comprar cosas que me faltan para meterme en la cocina a preparar unas recetas nuevas, que llevo una semana que no he podido pisar la cocina salvo para el mantenimiento básico, vamos, lo que es la comida de diario, así que a ver si el domingo preparo alguna receta, que yo seguiré sin probar, que ayer la endocrina me dio una alegría, ya he perdido 10 kilos, así que hay que seguir esforzándose.

Ya ha empezado a llover... y con fuerza...  voy a sacar la ropa del tendedero y sacar mis plantas al balcón...