PABELLONES GÜELL - SEPTIEMBRE 2013

Eusebi Güell fue el gran mecenas de Gaudí, y gran amigo, y le hizo encargos como el Palacio Güell, las Bodegas Güell, el Parque Güell y la Cripta de la Colonia Güell en Santa Coloma de Cervelló.
Güell tenía una finca en en el barrio de Sarrià de Barcelona, y Gaudí recibió el encargo de reformar la casa y construir un muro de cerca y los pabellones de portería.
Gaudí hizo un proyecto de aire oriental, que recuerda en ocasiones al arte mudéjar. Realizó el muro de mampostería con varias puertas, destacando la principal con una reja de hierro en forma de dragón, con ojos de cristal, obra de Joan Oñós. Dicha figura representaría a Ladón, el dragón guardián del Jardín de las Hespérides, vencido por Hércules en su undécimo trabajo -episodio que narra Jacint Verdaguer en su poema La Atlántida, dedicado a Antonio López y López, primer marqués de Comillas, que era el suegro de Eusebi Güell, donde podemos percibir el posible origen de la figura de entrada a los pabellones-. Encima del dragón hay un naranjo hecho de antimonio, alusivo también a las Hespérides. La forma del dragón corresponde a la posición de las estrellas de la constelación de la Serpiente, en la que fue convertido Ladón como castigo por el robo de las naranjas.

Las   otras tres puertas de acceso a la finca perdieron funcionalidad con la apertura de la avenida Diagonal: una de ellas se encuentra todavía frente al cementerio de Les Corts, aunque su reja de hierro se trasladó a la Casa-Museo Gaudí del Parque Güell; otra fue restaurada en 1982 por la Universidad de Barcelona y situada junto al Instituto de Geología Francesc Almera; y la tercera fue demolida al construir la Facultad de Farmacia, pero reconstruida en 1957 junto a este edificio.

 Todavía subsiste la Fuente de Hércules junto al Palacio Real de Pedralbes.
En 1969 los Pabellones Güell fueron declarados Monumento Histórico-Artístico de Carácter Nacional.