MI SORELLINA, ANGELA...

Es dos años más joven que yo, pero es mi "mami" dos.
Es una persona leal, justa, firme, paciente, trabajadora, muy parecida a mi madre, ordenadas hasta decir basta (yo soy más desastre...), cabezonas pero dos corazones con patas. Yo soy más tosca, mas brutota.
Vive pendiente de su familia, y esa palabra implica para ella a






todos: su marido, su hija, mis hijos y yo, sus suegros, sus cuñados, mi madre, mi ex... para ella todos somos su gran familia. Dentro de unos años la veo como mi madre, esa mamma italiana que nos protege y defiende, pero que en privado nos dice las cosas a la cara así duelan, y pocas veces, muy pocas, se equivoca.
Es mi refugio, mi paño de lágrimas, con quien comparto bueno y malo. Somos muy distintas, convivir es imposible, dos días máximo y acabamos enfadadas y a gritos, pero no podemos estar la una sin la otra.
Se preocupa cuando su absorbente trabajo no le permite llamar, o mantener el contacto, y aprovecha cualquier hueco para mandar un email cargado de consejos, o un llamada al móvil o aparecer cinco minutos agobiada, cansada y pendiente del coche mal aparcado para comerse una galleta, mientras dice, te mataré, que me he engordado, las has hecho tú, que buenas! y darme dos besos. O cuando hago o digo algo que la emociona, oigo su !IDIOTA, me has hecho llorar!
Es generosa, si por ella fuera, nos mantendría a todos y lo haría a gusto. Pero como no puede, se esfuerza al máximo, unos euros por aquí, un detalle por allá, un gesto...
En su diccionario no existen las palabras rencor o venganza, por daño que le hayan hecho. Siempre intenta poner paz, no le gustan los enfados, ni las peleas, ni las distancias, y si son inevitables, las asume, pero le duelen.
Está un poco chapada a la antigua (uf, si lo lee me cuelga), pero hay cosas que no le encajan y no le gustan. Yo soy más abierta de mente.
Odia cumplir años, lo que no debería preocuparle pues no aparenta ni de lejos los que tiene. Se preocupa por todos, pero no quiere que nos preocupemos por ella. Nos enteramos de rebote o porque es algo importante si tiene algún problema, el que sea, pero es hábil para sonsacarnos los nuestros y ofrecer apoyo y cariño.
Es imprescindible en mi vida, no la concibo sin ella a mi lado, la amo con todas mis fuerzas, lo que nos distancia nos une, y sé que siempre está ahí, siempre, jamás me ha fallado, nunca, ni para arroparme ni para tirarme de las orejas. Espero no haberle fallado yo, me dolería.
La paciencia es otra de sus virtudes. Yo soy fuego de paja, me enciendo y salto, mientras ella cuando presiente que tengo el disparadero a tope, deja que me desahoge, y me coge de la mano y me susurra, tranquila, tranquila... Su paciencia, su capacidad de trabajo, su empatía y su saber estar han hecho que sea muy valorada en su puesto de trabajo.
Sus dos joyas son sus sobrinos, mis hijos. Por ellos lo que sea, es como si les hubiera parido, ha sufrido, reído, llorado, vivido y amado por ellos y lo sigue haciendo.
Hermana... hermosa palabra, entre nosotras nos llamamos "sorellina" y "sorellona". Viene de la palabra italiana "sorella" (hermana). Sorellina sería hermanita, así la llamo yo, por ser más pequeña que yo, y sorellona es como me llama ella, que sería hermanota. Y nunca dos simples palabras encerraron tanto amor, respeto y cariño.
Te amo, sorellina, aunque siempre serás la más chiquitaja... en años, porque en corazón no te gana nadie, empate con mamma...